lunes, 25 de julio de 2016

Resveratrol y el vino

El resveratrol es una molécula que se produce de manera natural en varias plantas como respuesta a una lesión o cuando éstas se encuentran bajo el ataque de patógenos, tales como bacterias u hongos. Aunque existen varias fuentes (arándanos, frambuesas, moras), la más conocida es la uva (1).

Cuánto daño se ha hecho a lo largo de los años con el "tómese ese vinito, que no pasa nada, es bueno para el corazón". A día de hoy, aún existen médicos que recomiendan de manera rutinaria la incorporación de vino a la comidas. ¿Y dónde está la evidencia?


En los 90 apareció el famoso estudio de "la Paradoja francesa", donde afirmaban que a pesar de consumir una dieta rica en grasa saturada, los franceses padecían menos enfermedad cardíaca, y esto se debía probablemente al alcohol, ya que los que no bebían padecían más enfermedades cardíacas que los que bebían de forma moderada. Por ejemplo comparaban que en Touluse consumían más queso que en Strasbourg y en Lille, y que la mortalidad en la segunda era más alta que en Toulouse, donde además se consumía más vino. ¡Ya lo tenemos! ¡El vino nos protege contra la enfermedad cardíaca! 

¡Qué flaco favor nos hizo! 

Sin embargo, a pesar de que la comunidad científica todavía no se lo cree, y de que se le han visto muchas pegas a ese estudio (por ejemplo, que los que no bebían lo hacían por enfermedades médicas, cirrosis alcohólica, o que los que bebían además hacían otro tipo de actividades más saludables, rutinas, etc), aún perdura entre nosotros que tomarse una copita de vino con las comidas es bueno para el corazón.

Y sí, hay ciertos estudios que apoyan que el alcohol nos podrían proteger de un ataque al corazón, pero también se lo relaciona con mayor incidencia de varios tipos de cáncer y cirrosis (2, 3).

Como nos cuenta Stefano Vendrame en este interesante artículo en la American Society for nutrition, sí, en Toulose bebían más vino que en Strasbourg y en Lille, y consumían más queso también, pero también comían más verdura (306g/día VS 217 y 212g/día respectivamente), más fruta (238g/dçia VS 149 y 160), menos mantequilla (13g/día VS 22 y 20), más grasa vegetal (20g/día VS 16 y 15). Realmente, podemos achacar, con 100% seguridad, los efectos protectores al vino? Se empieza a vislumbrar la pequeña posibilidad de que se nos haya manipulado?? Quizás??


Los polifenoles, como el resveratrol están siendo objeto de múltiples estudios que buscan encontrar no solo evidencia de sus efectos positivos si no la dosis adecuada para estos efectos. Para ello, normalmente obtienen un extracto de resveratrol  y se lo dan por ejemplo a ratas. Pasará bastante tiempo hasta que obtengamos evidencia de su uso en humanos (y la verdad es que dudo que vayan a realizar un estudio con vino, ya que los efectos perjudiciales del consumo de alcohol están bastante bien documentados y por temas éticos no creo que vaya a ocurrir).

Pero, si aún así, queremos tener fe en nuestra pequeña molécula de resveratrol, podemos consumirla perfectamente en las frutas antes mencionadas sin tener que sufrir los efectos secundarios del vino. ¿Qué lo que pasa es que te gusta el vino? Fenomenal. Pues bebe vino, pero es importante que no nos engañemos. Si tomas vino es porque te gusta. Hay mejores maneras y demostradas científicamente, de cuidar tu salud cardiovascular (por ejemplo, ejercicio). "Me tomo una copita porque el médico me lo ha dicho" ya no es válido. Pertenecemos a la era de la información. Ya no tenemos que creer con fe ciega lo que nos dice nuestro médico y podemos buscar la evidencia científica que apoye su afirmación (PubMed, Science Direct, etc).

No me voy a meter con el Resveratrol en cápsulas (que tampoco tiene evidencia científica que lo apoye), ya que en Scientia hay un artículo maravilloso que lo explica fenomenal. Incluso el autor de este blog ha publicado un libro en el que lo menciona (y que de verdad merece la pena leer "Vamos a comprar mentiras"). 




Referencias

1. Reveratrol. https://es.wikipedia.org/wiki/Resveratrol#cite_note-2
2. Norström T, Ramstedt M. Mortality and population drinking: a review of the literature. Drug Alcohol Rev. 2005; 24:537-47.

3. Klatsky AL. Alcohol and cardiovascular diseases. Expert Rev Cardiovasc Ther. 2009; 7:499-506.

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